domingo, diciembre 29, 2013

El internet como aprendizaje

Actualmente resulta obvio hablar de internet. Gran parte de lo que ahí se genera tiene gran importancia en nuestra vida cotidiana –aunque esto obedece a un criterio generacional; se ha convertido en el principal medio para adquirir información, si bien no es exactamente comunicación. Tantas veces se ha dicho que el internet no es la realidad y a pesar de ello constituye un lugar al que destinamos nuestro tiempo y nuestra atención a diario; problematizar el concepto de mundo aquí sería muy interesante, pero desviaría la atención del tema principal del texto. Sin embargo, es válido afirmar que el internet constituye nuestro mundo en tanto que forma de lo que nos rodea, nos es inmediato y de alguna forma nos relacionamos con ello. Ahí sucede buena parte de la comunicación, es una fuente de información vastísima que cubre desde música, cine, noticias, literatura hasta (por qué negarlo) la pornografía.
No percibo al internet como un medio de comunicación, porque me parece que el grado de interacción es relativo. Al final, los comentarios, los mensajes, los correos y conversaciones a distancia son formas de encontrarse consigo mismo. En cierto modo el internet es un gran espejo donde los límites son los que fija cada quien, los que conoce cada quien; por eso, el uso que se hace del internet debería estar guiado por la responsabilidad personal. Aunque debemos estar conscientes de que el internet nos condena a una obsolescencia más fuerte y cada expresión nuestra se vuelve muy pronto más vieja y triste que un tomo de enciclopedia.


Recomiendo estas pláticas con un par de escritores mexicanos, Juan Villoro y Frabrizio Mejía Madrid, acerca de temas afines.

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