martes, julio 08, 2014

Nivel mundial (IX de XI)

Raquel Welch, actriz y delantera. Foto: Terry O'Neill, Londres, 1971.

Todos compiten para ganar la copa, que es de género femenino. Las mujeres encarnan un misterio eterno; sin embargo, en esta ocasión han sido marginadas de la parte estrictamente deportiva –esporádicamente pueden encontrarse como coordinadoras de la logística de los juegos, hasta ahora no he visto mujeres árbitros, ni técnicos ni médicos. Aparentemente, el mayor atractivo de un partido de futbol para las mujeres se encuentra en la anatomía de los jugadores, pero pienso que es suficiente con escucharlos hablar para descubrir lo poco atractivos que son los futbolistas. Esta es una suposición muy personal y no he tenido oportunidad de comprobarla; también supongo que en el fondo, las mujeres piensan que los hombres somos muy simples por emocionarnos con algo tan trivial como el futbol.


Sin ánimos de ofender. Un primer grupo podría caracterizarse por el uso de las mujeres casi como carne de cañón de parte de las televisoras; son expuestas a una muestra superficial e incluso denigrante donde ellas obtienen atención en la medida que muestran su rostro, su sonrisa, su peinado, su escote o sus piernas, se trata de una condición sexual propiciada innecesariamente; el caso más extraño de este grupo es el de la modelo devenida en antropóloga. En oposición, en la televisión restringida parece que las mujeres reciben una atención más digna, hay espacios donde tienen participación más pareja con respecto a los hombres en la forma de reportajes, entrevistas y comentarios a las acciones de los juegos; quizá lo único que haga falta es mayor cantidad de mujeres que se dediquen a estar frente a las cámaras, o métodos más originales o propios de enfocar la perspectiva femenina del deporte. Existe un tercer grupo, el más amplio y por lo tanto, más diverso: el público, desde las mujeres que asisten a los estudios y desbordan encanto en las pantallas durante las pausas entre jugadas, hasta toda mujer que expresa sus sentimientos –generalmente de entusiasmo o sorpresa– acerca del mundial en medios impresos o redes sociales electrónicas comprueban lo difícil de ignorar que es este torneo.
 
La eternidad ya no comienza un lunes, sino a partir del minuto 87.|
Psicoanálisis nacional.| NO NOT MY NEYMAR... This game oh my lord... That was so sad seeing james cry... Not gonna Lie I got real teary just watching that| Voy a escribir un poema: Diego Forlán.| Dios mío, qué angustia, prefiero no ver.| Estoy convencida de que el día que jalemos hacia el mismo lado y nos apoyemos como país, ese día no solo ganaremos la copa del mundo, sino que nadie podrà vencernos en ningún àmbito de la vida.| Yo quiero ver cuánte gente que se queja de que el mundial es un distractor y que las reformas... quiero saber si leyeron todos los dictámenes... Es pensar que el público es idiota; pero todo lo contrario. En segundo lugar, el público elige lo que quiere ver, yo no creo que la gente no se entere de la reforma energética porque no quiere y porque todo está saturado de futbol: no se entera de la reforma energética, de educación, de telecomunicaciones, de la que quieras, porque no quiere, porque somos un pueblo apático, basta de echarle la culpa al futbol... Uno también elige qué información procesar y qué información compartir.
Hablaron Gabriela Warkentin, Karla Iberia Sánchez, Chloë Grace Moretz, Mariana H, Soledad Loaeza, Nelly Simón y Marion Reimers.

2 comentarios:

  1. Lamentablemente no he tenido la oportunidad de leer las demás partes de tu serie mundialista, pero ésta me parece lúcida y bastante entretenida. Había pensado solamente de manera negativa en la imagen femenina que nos ofrece la televisión pública, pero hay muchos más matices que aquel donde se enseña más a posar que a hacer preguntas y dar respuestas inteligentes y dignas, con pleno conocimiento del o los temas. Disculpa la sintaxis, con tu fama de policía de la ortografía ya no sé si me vas a disculpar o regañar.

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    1. Para nada Cecilia, al contrario, agradezco mucho que leas esto y que tengas tiempo para comentarlo. Pienso que mi texto tiende a generalizar en los casos, pero ahí está la invitación a que se tome en cuenta a las mujeres como parte de la discusión deportiva, con una voz original.
      No me gusta corregir, menos regañar, todo lo que no me parece, principalmente porque eso obstaculiza la comunicación. Acepto todos tus comentarios, especialmente las críticas.

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