domingo, junio 29, 2014

Nivel mundial (VII de XI)

Rashidi Yekini. Campeonato mundial de futbol 1994.


Y haré por ti todas las cosas que nunca hice por mí. La selección mexicana no me representa, no me identifico con ningún jugador. No debemos olvidar que a últimas fechas se trataba de una especie de América reforzado, lo que por inferencia lleva a pensar que la selección mexicana de fútbol es en realidad otro producto de Televisa ¿cómo sentirse representado por una empresa que nos hace tanto daño? Desde mi punto de vista sólo es posible identificarse con ellos en la derrota, a la hora del fracaso -momento por el que todos los mexicanos hemos pasado por lo menos alguna vez; los hipotéticos triunfos sólo serían logros para esa empresa, sentirse parte de ese éxito sería ingenuo, como parte de la ilusión (tan dañina en ocasiones) que esa empresa vende. Sin embargo, los primeros tres partidos de México sirvieron para crear expectativas, los jugadores y el entrenador demostraron que de verdad podían destacar y vencer a sus rivales; a corto plazo eso no es malo, al contrario, atraer la atención y crear cierta alegría momentánea entre quienes vimos los partidos sirvió para olvidar por unas horas la terrible realidad cotidiana.

Y las derrotas sean eternas. La decepción mexicana, los ratones verdes, el ya merito, jugamos como nunca y perdimos como siempre, etc. México le hizo un partido excelente a Brasil, creo que fue un juego memorable, histórico si cabe la palabra, que no se olvidará en mucho tiempo; fue superior a Camerún y a Croacia y las victorias fueron merecidas; pienso que contra Holanda se vuelve a repetir el relato de siempre: a México le falta dar el último golpe, ser rotundo y ganar, marcar la diferencia -tener, o hacer, o educar a ese jugador sobresaliente y excepcional que termine con el oponente: los grandes equipos los han tenido (Brasil, Argentina, Holanda, Alemania, Italia, Francia...). No es un asunto simple, me parece que realizarlo tiene toda suerte de implicaciones, desde las sociológicas y psicológicas hasta las de carácter económico y de infraestructura. Quizá desde algo que en apariencia tan insignificante como el canto de apoyo al equipo influya de gran medida, pienso que parece más un lamento: canta y no llores.

Nunca ganaremos el mundial: Antes. Ojalá que mañana gane México. El pueblo tiene derecho a la felicidad... San Martín de Bolaños, que Salcido corra como si tuviera 20 años... Santa Martha del Rebozo, que los holandeses se intimiden con la belleza del Hermoso... Santísimo y casto Bethoven, que ni meta gol Arjen Robben y los árbitros no nos roben. Durante. 100 millones de mexicanos van al baño... Al TRI lo asustó su gol y se fue a esconder, como si hubiera hecho una travesura... Dos Santos? That was Cinco Santos at least... Nopal mata tulipán... México está a 15 minutos del más grande resultado en la historia de la Selección Mayor... Y es así como la realidad regresa por sus fueros. Después. Se termina sueño mundialista para México; pierde 2 - 1 contra Holanda... México la cruzazuleó... Un robo, víctimas del arbitraje. Y de unos pésimos últimos minutos... No le deseo mal a Robben pero ojalá acabe jugando en el Necaxa!!!... Lo que no deja de sorprenderme es la habilidad de México para autodestruirse cuando va ganando. Y no me refiero exclusivamente al futbol... Nos vamos superando: cada vez perdemos mejor... Vamos Costa Rica! nos ha dado cosas muy buenas como a Maribel Guardia que ya lleva como 200 años estando bien buena.
Hablaron usuarios de twitter, entre ellos Andrés Manuel López Obrador, Guillermo Sheridan, Héctor de Mauleón,  Hugh Laurie, Julián Herbert, San Cadilla et al. De fondo, La habitación roja.

No hay comentarios:

Publicar un comentario