miércoles, junio 18, 2014

Nivel mundial (IV de XI)

Cartel para la Copa mundoal de futbol organizada por México, diseño de Eduardo Terrazas



Se habla de lo que todo el mundo habla, pero con inseguridad. Se cumplió el plazo, el inicio del mundial, y desde entonces aparentemente es el tema principal para la opinión pública. De inmediato la atención general fue absorbida por los partidos de futbol en Brasil –que afortunadamente han sido de gran calidad– y en redes sociales, medios impresos y audiovisuales, en la publicidad así como las pláticas cotidianas, se encuentran opiniones de todo tipo (a favor y en contra, de análisis y de emoción pura) pero en definitiva ha sido un evento que no ha pasado desapercibido. Pero si todos tienen algo que decir al respecto ¿por qué sería interesante leer el contenido de este humilde espacio? Estamos expuestos a un exceso de información que genera un acontecimiento de tan poca importancia efectiva, por lo menos trataré de rescatar lo más interesante de este mundial.


Sobre el autogol y sobre el empate. Ambos fenómenos son peculiares del futbol. El primero de ellos es bien interesante desde una perspectiva existencial: es perjudicarse a sí mismo de manera accidental o por una distracción; el concepto mismo es un daño, auto-gol es efectuar lo más buscado en sentido inverso, es otorgar ventaja plena al oponente sin desearlo. También el empate es digno de atención, esta vez por la relatividad de sus consecuencias; si la victoria concede tres puntos (cero para el equipo vencido), el empate reparte un punto entre los oponentes –que puede ser capitalizado de muchas formas. Se percibe justamente que un empate es “nada para nadie”, porque en esencia el partido termina igual que como comenzó, pero acaso también representa, al menos de manera ideal, una condición tan humana como lo es la equidad de fuerzas y la justicia.



¿Se puede amonestar al jugador más popular del país sede antes de que pase un cuarto del partido?... Pascal comentó alguna vez “Si la nariz de Cleopatra hubiera sido más corta toda la historia del mundo habría cambiado.” Sucede lo mismo con  los señalamientos de los árbitros y la historia de las copas mundiales.| Etó Etá de Güeva... España abdicó... Me encanta el parado de Chile... Memochas... Hay 3 llamadas perdidas en mi teléfono ¿A quién se le ocurre llamar en medio del partido? ¿A un paraguayo?... Celebrar un empate es un poco ternurita.| El Piojo nos calló la boca a todos.| El Piojo queda formalmente ascendido a Luciérnaga.| Todos los títulos, todos los premios, toda la fama, todo el dinero. Resultado: un equipo sin hambre.| Hay que saber llevarlo como en las grandes alegrías, convivir con la tristeza como hombres...no hemos sabido mantener la convicción, el hambre, esa ambición de ir a por el campeonato. No nos veíamos reflejados en el campo.| No apoyo a 'la roja' porque no me siento español.

Hablaron Jonathan Wilson, Fabrizio Mejía Madrid, Esteban Illades, Guillermo Sheridan, Héctor de Mauleón, Xabi Alonso y un niño catalán.
Sin palabras

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