Si este es el cielo,
no sé para qué sirve. Si no puedo encontrarte ahí, no me importa. El
compromiso en una banda de rock está más allá de posturas políticas, se trata
de observar con novedosa sensibilidad el estado en que se encuentra el mundo en
que vive; el compromiso, en fin, consiste en encarnar ese otro lado de las cosas
no tan perceptible. Arcade Fire siempre ha sido un grupo comprometido con su
tiempo. Si se atiende a la propuesta de Julio Martínez Ríos, que sostiene al
rock como forma narrativa, este grupo amplía ese terreno narrativo a todos los
aspectos que los componen: parte importante del discurso está fuera de las
canciones (música más letra) y se lee
en el contenido simbólico que envuelve todo esto: el baile, el vestido, los
coros, los distintos efectos en las presentaciones en vivo; en el arte de los
discos y los elementos recurrentes que lo conforman. Otros temas que conforman la
columna vertebral de su actualidad, la muerte y la nostalgia: una fuerza que
motiva la expresión artística; la adolescencia como metáfora absoluta del
desencanto; la oscuridad como representación de las creencias religiosas; lo angustioso
de “crecer” en un suburbio; en últimas fechas, el espejismo de la esperanza.
Nada más
original, nada más propio que nutrirse de los otros. Pero es preciso
digerirlos. El león está hecho de cordero asimilado.
-Paul
Valéry
Ha pasado tanto tiempo
desde que te vi. No sé dónde, pero no estás conmigo. Las influencias de
una banda de rock no se limitan a la índole de lo musical; en estos días, para
desarrollar su discurso, esta banda canadiense se ha nutrido de numerosas
fuentes para desarrollar su discurso. Puedo notar claramente elementos de la
historia del cine (desde el cine mudo, hasta colaboraciones con Spike Jonze,
notable realizador contemporáneo), de la gráfica y el arte contemporáneos,
incluso de la moda. Si observo la genealogía musical que los antecede,
encuentro que son herederos de una tradición antes que de un movimiento o una
serie de artistas: la del álbum conceptual –cada álbum tiene un tema definido,
que es explorado en cada rubro antes señalado; dentro del rock, este grupo es
cercano a The Clash, a David Bowie, a Bruce Springsteen, al sonido de la música
independendiente de la década de 1980. La clave de su propia originalidad se
encuentra en la asimilación de esos elementos, como lo señaló Valéry. De esta manera,
Arcade Fire es trascendente en la medida que son más que el sonido de estos tiempos que
transcurren; acaso el fin último de un grupo de rock sea el de contribuir a la
definición de una época.