Mañana a las ocho en metro Chapultepec, pamba china beso pipo al que no esté. Café Tacvba como un grupo da sana ambigüedad. Detrás de la superficie tradicionalista de su música, hay una manera de llevar a cabo sus proyectos que tiene una influencia del punk. Precisamente esta canción, La pinta, contiene esa idea de los múltiples significados que se dan a una palabra y, a pesar de su diversidad, existe algo que lo unifica; así, la pinta es: la nave que empleó Cristóbal Colón en su primer viaje, el acto de no asistir a clases para pasear por un sitio más divertido, y la taja o firma que alguien usa para plasmar en las paredes –o, en pocas palabras, la pinta es la carabela, la odisea y el grafiti. No sé si los miembros del grupo hayan elegido deliberadamente los títulos ambivalentes en todos los casos, expondré algunos y dejo que el lector o aficionado descubra cuantos falten. El nombre del grupo designa varias cosas: una planta y una avenida de la ciudad de México, pero también una cafetería. Re es la segunda nota musical y también es un adverbio de cantidad empleado de manera coloquial. Mi último ejemplo, un borrego es, evidentemente, un mamífero, pero también se entiende por borrego a quien sigue incondicionalmente ciertas modas o tendencias, sin ponerlas en duda ni ponerse en duda a sí mismo.
Esta vez intentaron hacer una canción de punk.
La pinta, R. Albarrán, 2:48 mins.
La vida es una gran
baile y el mundo es un salón y hay muchas parejas bailando a nuestro
alrededor. Las clases del cha cha cha, las vamos a comenzar. Aquí se enseñará el baile del cha cha cha.| Oye mi niña, ven a bailar, el nuevo ritmo, se llama ska.| En el ambiente de la fiesta, dando vueltas, como trompo te verás. Vamos a bailar.| Yo lo único que quiero es bailar rock & roll, y que me dejen vacilar sin ton ni son.| Ponte pantalones pues vamos a volar... ¿Te dijeron ya? Hay buen rock & roll esta noche. | Pobres de los viejos, ellos no lo pueden entender, que soy un chavo de onda y me pasa el rock & roll. | Me gusta cómo llevas el ritmo. Me gustaría bailar como tú. Pero no, yo no sé. | Nena, tú tienes la culpa por no saber bailar.| ¡Hey, pa', fuiste pachuco, también te regañaban! ¡Hey pa', bailabas mambo, tienes que recordarlo! | Mueve, mueve la cintura. Todos, las manos en alto y griten, griten con locura. | Cuando llegas al baile, ¿qué dice tu papacito? –Vente mamacita a bailar de caballito. | ¿Qué es lo que quiere la nena? ¿Qué va a pedir la princesa? ¿Qué se le antoja a la reina? ¿Qué quiere la niña fresa? | Tepache. | –Y tú, ¿no bailas? –Claro... otro día. | Chicos y chicas, sientan el ritmo. A bailar. | Quiero sentir tu cuerpo juntito al mío porque mi alma ya tiene tiempo sintiendo frío. Si tú lo quieres vete acercando...
Esta vez intentaron hacer un himno al baile. El baile y el salón, J. Rangel, E. del Real, 5:07 mins.
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El baile y el salón, por Mr. Kone. |
Ni hablar mujer, tú
traes puñal. Suele decirse que eran otros tiempos, o que aquel era otro
México. Desde 1994 hasta hoy, me parece que el nacionalismo se ha transformado,
a mi juicio ha cambiado en detrimento de la comprensión histórica y se ha
preferido un nacionalismo regionalista; sobre todo en las ciudades –donde se
encuentra la mayor parte de la población– se ha aceptado la influencia
extranjera, concretamente norteamericana, situando a México como un país
abierto cultural y económicamente. Re
es uno de los últimos testimonios del nacionalismo mexicano estilo siglo XX
(sería cuestionable si era revolucionario para esa fecha), entonces sí con una
inquietud de explicar al país desde sus raíces mesoamericanas y desde el México
más tradicional y profundo. Aunque también es comprensible esta obra si se
tiene en cuenta que los grupos de rock de entonces intentaban demostrar en sus
canciones una mayor preocupación por la realidad nacional, algo que actualmente
es muy difícil de encontrar –en ese sentido, tal vez Re sea el disco más nacionalista del rock en México.
Esta vez intentaron hacer danzón.
Los patrones se han
muerto y tú sigues trapeando el piso de ajedrez. Siguió una colección de
ocho canciones, Avalancha de éxitos,
donde Café Tacvba reiteraba la diversidad de sus gustos e influencias (de Bola de Nieve
a Jaime López, o de Leo Dan a Botellita de Jerez). Cinco años después de Re publicaron el álbum doble Revés/Yo soy que es una exploración de
su ser como grupo, o sea, una aventura por sus dudas y definiciones como
hombres, como adultos y como músicos. Tres años después vino un homenaje a
LosTres, el breve Vale callampa. Siguieron
dos álbumes de rock donde se mezclan las alusiones al pasado y al presente de
los músicos, más inquietudes personales, mientras que la música se volvió menos
nacionalista pero más potente: Cuatro caminos y Sino. La más reciente
entrega se tituló El objeto antes llamado disco, que se encuentra a tono con un estilo contemporáneo: álbum conciso
de unas pocas canciones, además de programación electrónica –en este caso, lo
peculiar fue su proceso de grabación. Además, han participado en numerosos
soundtracks de películas nacionales. La constante en ellos ha sido su
renovación permanente, el rechazo a repetir lo hecho en el pasado. Café Tacvba
es el grupo musical mexicano más interesante que conozco.
Esta vez intentaron hacer un vals de despedida, con el fondo de La vida en rosa.
El balcón, R. Albarrán, 1:38 mins.
Total: 59:43 mins.El balcón, R. Albarrán, 1:38 mins.
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